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lunes, 2 de enero de 2017

El muro de Berlín


Al finalizar la segunda guerra mundial, Berlín quedó dividida en cuatro sectores: el sector soviético, el francés, el inglés y el estadounidense. Posteriormente, en 1949 el área oriental que estaba en poder de los soviéticos quedó bajo la jurisdicción de la llamada República Democrática Alemana (RDA) y los otros 3 sectores se unieron formando un área gobernada por la República Federal Alemana (RFA). De este modo, con el objetivo de separar a los dos sectores claramente diferenciados de la Alemania nazi, se creó un gigantesco muro de hormigón imposible de derribar cuya finalidad era separar a la República democrática y la federal.

De este modo, un gran número de familias quedaron separadas. La separación se debe a las tensiones entre ambos bandos, motivadas por la creación por parte de los aliados de una nueva moneda común: el “Deutschemark” Esta medida sorprendió soberanamente a Stalin. Viendo como el capitalismo se acercaba en forma de dinero hacia su bello paraíso comunista, decidió aislar el Berlín occidental para, a la larga, intentar tomar el total de la capital. Esto provocó que la Unión Soviética.
Años más tarde, la zona occidental empezó a prosperar mientras que el lado soviético sufría importantes problemas económicos, lo que generó la migración de la población hacia la zona occidental.


La extensión del muro fue de unos 155 kilómetros, 43 de ellos pertenecientes a la frontera entre el territorio capitalista y la región comunista. En su elaboración participaron entre 40.000 y 55.000 trabajadores y policías (los cuales protegieron la frontera durante las labores de edificación).
Los operarios manejaron unos 45.000 bloques de cemento de 2.750 kilogramos cada uno y con unas medidas de 3,60 por 1,20 metros. Una vez que se erigió, la tapia se podía atravesar únicamente mediante ocho pases y vías que permitían el acceso de la zona oriental a la occidental, y sólo seis que permitían viajar de la RDA hacia la zona capitalista de la ciudad.
Con el paso de los años la URSS comenzó a agonizar. Este hecho, unido a los deseos de democracia de los ciudadanos del Berlín Oriental, provocó que en la República Democrática de Alemania (RDA) empezara a reclamar contra el aislamiento y a solicitar los mismos derechos de los que se disfrutaban en el oeste.
Sin saber cómo resolver esta crisis, Erich Honecker (presidente del Consejo de Estado de la RDA) se vio obligado a dimitir el 18 de octubre de 1981, siendo sustituido por Hans Modrow.
Finalmente, ante la presión popular, el gobierno determinó el 9 de ese mismo mes la apertura total de las fronteras.
En cuanto la noticia se extendió, miles de personas acudieron hacia el muro «La noticia del Comité Central fue seguida por la movilización masiva de los ciudadanos berlineses, muchos de los cuales se dirigían al muro con el fin de abandonar el país.



Para más información:


sábado, 31 de diciembre de 2016

Principales riesgos económicos para el 2017 basados en el 2016


El Fondo Monetario Internacional ha publicado un nuevo comunicado en el que advierte a los inversores de los riesgos significativos que corren las principales economías de mercado y rebaja la previsión de crecimiento económico mundial para 2017.
Según las previsiones del FMI para 2017, los principales factores de riesgo que provocarán la disminución del crecimiento económico serán el fortalecimiento del dólar, la bajada de precios del petróleo y de las materias primas y las tensiones geopolíticas.


Comenzaremos nombrando los riesgos relacionados con los bajos precios de las materias primas, ámbito en el que el FMI destaca "dos caras". En el lado negativo, un nuevo descenso de los precios de las materias primas podría empeorar las perspectivas ya frágiles de los productores, sin embargo, la reciente caída de los precios de las materias primas puede dar un fuerte impulso a la demanda de los importadores de petróleo. Esto provocaría una caída de los ingresos de los comerciantes de materias primas, pero a su vez produciría un incremento de los mismos para el comercio petrolífero.
El FMI añade, que esta situación podría contribuir a la volatilidad de precios, sobre todo en aquellos países que se encuentran en vías de desarrollo.
El siguiente riesgo nombrado es la tensión geopolítica. El Fondo Monetario Internacional, teme que se produzca un aumento de la tensión mundial. Actualmente, alrededor del mundo podemos encontrar miles de conflictos que no se han dado por finalizados y que se encuentran en pleno auge. Una escalada de estas tensiones actuales puede generar una pérdida de confianza en algunos países, lo que influirá de forma directa en su comercio y, por tanto, en su economía. A su vez, puede perturbar los flujos financieros, y sobre todo el turismo.
Un tema conflictivo muy presente en el 2016 han sido los múltiples atentados amenazadores alrededor de todo el mundo. Cada vez que un atentado se produce, el terror invade a la población mundial, por lo que inmediatamente el turismo disminuye enormemente, y los propios ciudadanos del país afectado intentan evitar las aglomeraciones en “lugares propensos a ser atentados”, por lo que, de algún modo, disminuye el comercio global del país. Este es uno de los temas más llamativos, pero el FMI también teme el aumento de otra serie de conflictos.

Por último, cabe hacer referencia a una mayor apreciación del dólar. Esta situación provocaría un endurecimiento de las condiciones financieras globales, que podrían aumentar la vulnerabilidad de los mercados emergentes. A su vez, pueden crear efectos adversos sobre los balances corporativos y aumentar los problemas de financiación para aquellas corporaciones que dependen del dólar. El fortalecimiento de la moneda nacional es uno de los principales riesgos no solo para EE.UU; sino también para toda la economía mundial. 


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Consecuencias internas y externas del Brexit

Hace unos meses, concretamente en el mes de Mayo, se celebró en el Reino Unido un Referéndum que proponía la salida de UK de la Unión Europea. 
Esta decisión no sólo repercute sobre la Unión Europea, sino también en el Reino Unido. 

Para la UK, el Brexit significaría un elevado coste económico, que generaría una bajada de aproximadamente el 3% del PIB. Además, la salida de la UE generaría un choque financiero a su economía, produciendo una fuerte depreciación de la libra frente a las principales monedas. Esto generaría una desconfianza por parte del resto de Europa, lo que desembocaría en una cierta incertidumbre acompañada de la bajada de las inversiones europeas en el Reino Unido.
La inmigración ha representado la mitad del crecimiento británico desde 2005, con la creación de dos millones de empleos y, por tanto, reducir la libertad de movimiento de trabajadores en Reino Unido será muy caro para su economía y se produciría una disminución del flujo migratorio, acompañada de una disminución de los ingresos causado por la bajada de la inversión extranjera directa.

Lógicamente, el Brexit también produciría importantes consecuencias para el resto de Europa, aunque estas serían relativamente inferiores a la del Reino Unido.
Podemos decir que Irlanda y los países bajos son los países europeos más relacionados con UK en materia de comercio e inversiones. Para estos países, la salida del Reino Unido de la unión europea significaría la caída de sus exportaciones y de sus inversiones interiores, ya que UK significaba una importante fuente de ingresos.
Además, se estima que en la UE se produciría una bajada del PIB entre el 0.2 y el 0.5%, que aunque a corto plazo no se trate de una cifra importante, a largo plazo podría incrementar en importantes cantidades.


     Cómo en todas las votaciones, siempre existen sectores a favor y sectores en contra. En el Reino Unido, los sectores en contra se encontraban liderados por el primer ministro, David Cameron, así como 16 de los 21 miembros de su gobierno, seguidos del Partido Laborista, el partido nacionalista escocés y el Partido Liberal. Sus argumentos para oponerse al Brexit se basaban en el pensamiento de que el Reino Unido gana mucho siendo miembro de la UE gracias a que puede vender bienes y servicios a otros países de forma más fácil. También insisten en que la llegada de inmigrantes, favorece el crecimiento económico y ayuda a financiar los servicios públicos y a las empresas.

Sin embargo, muchos sectores se encontraban a favor de esta política. Algunos de ellos fueron el partido nacionalista UKIP, que en las últimas elecciones obtuvo el 13% de los votos, la mitad de los parlamentarios del partido conservador, incluidos 5 miembros del gobierno y el exalcalde de Londres Boris Johnson así como algunos parlamentarios laboristas.
Estos sectores se mantenían a favor del Brexit ya que sostienen que la pertenencia a la UE es un obstáculo para el desarrollo de Reino Unido, y que las regulaciones europeas, que consideran excesivas, perjudican a las empresas británicas.


Comercio y pobreza


Durante este cuatrimestre hemos leído un libro obligatorio basado en temas sobre la historia económica mundial. Concretamente, mi libro se titulaba Comercio y pobreza, de Williamson.
A través de este libro, el autor pretende explicar a los lectores las causas de la Gran Divergencia existente entre los países de la Europa occidental (más conocidos como la periferia pobre) y el resto del globo. El autor consigue explica esta gran diferencia de riqueza a través de un estudio basado en la historia de estos países.


En primer lugar, es importante conocer que durante el siglo XIX la divergencia crece a un ritmo excepcionalmente rápido. Paralelamente, en este siglo también se da un elevado crecimiento del comercio motivado por factores como la reducción de barreras arancelarias, la disminución de riesgos cambiarios vinculados al patrón oro, un período de paz conocido como Pax Británica, la introducción de nuevos elementos como el telégrafo y la máquina de vapor...

Pero el libro nos hace plantearnos una cuestión: ¿podemos decir que existe una relación causa efecto entre la explosión del mercado y el incremento excepcional de la Gran Divergencia?. Bien, pues para entender la respuesta a esta hipótesis que posteriormente el autor del libro responde, es necesario conocer los impactos que provocó el incremento del comercio:

  • Desindustrialización del tercer mundo causada por el rápido crecimiento de la productividad de los productos elaborados del centro rico, la cual conllevó a un aumento del precio de las materias primas y una bajada de precios de los productos elaborados. Esto provocó que poco a poco la periferia pobre se fuera especializando en la producción y exportación de materias primas, dejando a un lado los productos elaborados, de los que se encargaría el centro rico
  • Incremento de la desigualdad en la distribución de ingresos. Esto ocurre debido a que los únicos beneficiados con el comercio de materias primas eran los miembros de la élite y la alta sociedad propietaria de tierras, minas... Ya que eran los únicos que poseían las materias primas para comerciar.
  • Volatilidad de los precios causada por la escasa gama de productos con los que comercializaban. En el momento que la demanda de una de las materias primas caía, caían con ella los ingresos del país
Mediante una serie de estudios de varios modelos económicos y las teorías previamente explicadas, Williamson concluye que la hipótesis formulada anteriormente es afirmativa, ya que mientras que para la periferia pobre el aumento del comercio significó la desindustrialización, la volatilidad de los precios y la desigualdad, para el centro rico significó la industrialización, la generación de ingresos causada por la venta de manufacturas... Y además, no se daba la volatilidad de precios debido a su especialización en una amplia gama de manufacturas.


Finalmente, cabe destacar la industrialización de la periferia, dada entre los años 1870 y 1939, cuando la explosión del comercio y la volatilidad de los precios disminuyeron debido al cese de la explosión de los términos de intercambio, lo que favoreció a la industrialización de la periferia. Desde el 1950 en delante, las exportaciones de la periferia pobre comenzaron a incorporar los productos manufacturados, lo que requería la utilización de grandes cantidades de mano de obra. De este modo, muchos países encontraron la forma de suavizar el impacto producido por la volatilidad de los precios.


lunes, 21 de noviembre de 2016

Comentario económico-político-institucional sobre Mali


Mali, es un país situado al oeste de África, sin salida al mar. Limita al oeste con Senegal y Mauritania, al norte con Argelia, al este con Níger, al sur con Burkina Faso y Costa de Marfil y al suroeste con Guinea. Está formado por una población de 14.8 millones de ciudadanos y su lengua principal es el Francés, pero sin embargo la religión más abundante es el Islam.

Económicamente, podemos decir que Mali es uno de los países más pobres del mundo. Se basa en una economía principalmente agraria que depende casi por completo del regadío y de las inundaciones del río Níger. Aun así, se trata de un país autosuficiente que basa su alimentación en la pesca. Las pequeñas industrias se dedican mayoritariamente a la producción de algodón. Su economía va acompañada de un gran déficit del comercio exterior, lo que lo hace extremadamente dependiente de la ayuda externa y de la remuneración que reciben los malienses en el extranjero. La mayor parte de las operaciones de comercio es llevada a cabo por los gobiernos. La unidad monetaria del país es el franco CFA, dividido en 100 céntimos.

 Políticamente, Malí se rigió por un régimen dictatorial hasta el año 1991, que se aprobó una nueva Constitución mediante un referéndum popular que convertía al país en una república multipartidista con un presidente elegido democráticamente para 5 años. En el año 1990, Malí experimentó un crecimiento económico acompañado de una gran estabilidad política y estabilidad social relativa. Esto es un gran crecimiento, ya que años atrás (tras la independencia de Francia en 1960), había sufrido un largo período de sequías y rebeliones. Cuatro años después, el territorio de Malí pasó a formar parte de la colonia francesa del Alto Senegal-Níger, y en 1920 constituyó el Sudán Francés. Desde 2013, Malí se encuentra continuamente atacada e invadida por las tropas islamistas, sobre todo en la zona del Norte, donde los islamistas se encuentran esporádicamente activos.

Actualmente, los ataques terroristas se han multiplicado no sólo en la zona de Azawad (norte de Malí), sino también en la capital, Bamako. El terrorismo se encuentra liderado por grupos como Alqaeda y Al Morabitioum. Este fenómeno se vuelve cada vez más complejo, ya que convergen aquellos que abandonaron la yihad con los que siguen defendiéndola. Como consecuencia, el territorio de Malí se encuentra en un período de fuerte inestabilidad política y económica, que afecta gravemente a las variables recogidas en mi informe económico, previamente publicado. 



viernes, 18 de noviembre de 2016

HISTORIA Y ECONOMÍA ESPAÑOLA (guerra civil)





La situación económica de España al terminar la Guerra civil (1936-39) era desastrosa. Las consecuencias de la Guerra fueron muy negativas debido al gran número de pérdidas humanas (más de 500.000 muertos y unos 300.000 exiliados), lo que supuso una disminución notable de la población activa, especialmente la de trabajadores especializados. Como consecuencia de los bombardeos, se vieron destruidos una gran serie de edificios y viviendas. Las destrucciones materiales se vieron agravadas por la equivocada política económica de las autoridades franquistas. 




Siguiendo modelos de los regímenes totalitarios (fascismo y nazismo), afines ideológicamente, y debido al aislamiento internacional de España en la posguerra, el Estado franquista inició la autarquía económica. Se trataba de una política que pretendía que el país fuera autosuficiente económicamente, sin necesidad de depender del exterior a fin de mantener una hipotética independencia nacional respecto a países extranjeros.
 Esta política autárquica se caracterizaba por una fuerte intervención del Estado en la vida económica, que controlaba la producción, el consumo, los precios, los salarios, el comercio y la inversión mediante leyes: se redujeron las importaciones al mínimo imprescindible, se limitaron las inversiones extranjeras al 25% del capital de las empresas y se favoreció con subvenciones y ventajas fiscales a las industrias españolas a fin de que aprovisionaran el mercado con productos exclusivamente nacionales.


 En agricultura el gobierno organizó la producción y distribución de cereales, creando el Servicio Nacional del Trigo, que fijaba los precios arbitrariamente. Pero la producción era insuficiente (los rendimientos agrícolas eran inferiores a los de los años treinta). 



Por otra parte, la situación de los campesinos seguía siendo mala, ya que el franquismo paralizó las medidas de reforma agraria iniciadas durante la Segunda República.


Para asegurar el aprovisionamiento de los productos de primera necesidad a toda la población y evitar el hambre, el gobierno impuso el racionamiento de los mismos. Los productores estaban obligados a vender a precio fijo la totalidad de la producción al Estado, que a su vez vendía a los consumidores a un precio tasado. Pero el racionamiento y los precios fijos dieron lugar a la aparición del mercado negro o estraperlo, al margen de la ley, que acaparaba los productos ya que sus precios eran muy superiores a los oficiales (el doble o el triple). El Estado franquista nacionalizó los ferrocarriles españoles en 1941 con RENFE. El mismo año creó el Instituto Nacional de Industria (INI, holding estatal que seguía el modelo del IRI de Mussolini) para impulsar la rápida industrialización del país, debido a la insuficiencia del capital privado. Se crearon numerosas empresas públicas ayudadas constantemente por el Estado, lo que generó enorme gasto público.


Sin embargo, a pesar de estos avances, la economía se mantenía estancada. La producción industrial era inferior a los niveles de 1935. Los productos eran además poco competitivos y de mala calidad, debido a escasez de capitales y tecnología.



 Debido a que los impuestos directos eran inexistentes y a la falta de divisas, el Estado financiaba este enorme gasto público con la emisión de Deuda Pública, adquirida por los bancos de forma obligatoria, lo que originó una inflación o subida de precios. Pero mientras los precios no dejaban de subir, los salarios permanecieron muy bajos, debido a la represión del movimiento obrero por el régimen, lo que originó una renta per cápita muy débil, inferior a la de los años treinta, y mal distribuida.

 

Para que el régimen sobreviviese, era necesario un cambio en la política económica. Es por ello que en 1957 Franco formara un nuevo gobierno que se decantó por la liberalización económica basado en unas medidas preestabilizadoras: cambio único y devaluación de la peseta frente al dólar (42 pesetas por dólar), congelación salarial, flexibilización de las relación laborales, más presión fiscal, más integración en los mercados internacionales... Aunque el punto definitivo de esta política fue el decreto-ley de Nueva Ordenación Económica (21 de julio de 1959) conocido como Plan de Estabilización, cuyos objetivos consistían en: cortar la inflación, sanear las cuentas exteriores, deshacer el capitalismo corporativo y establecer un modelo de economía de mercado semejante a la de Europa occidental.


Este plan de Estabilización consiguió reducir la demanda y la inflación, pero a costa de la congelación salarial y de un aumento del paro que significó la emigración a Europa y su posterior prosperidad económica.